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Te damos las respuestas a 10 preguntas que debes hacerte para entender más de Industria 4.0, su complejidad y dónde debes iniciar tu viaje digital.
DESDE HACE POCO MÁS de un año, en Nuevo León cada vez son más frecuentes los eventos y encuentros de negocios con empresarios locales orientados a entender la Cuarta Revolución Industrial, transmitir la cultura de esta nueva era tecnológica, así como compartir experiencias sobre la forma en que han impactado en sus procesos y sus relaciones con proveedores y clientes.
De las reuniones, eventos y pláticas que ha sostenido el equipo de Gesta Labs, hemos notado que muchos de esos empresarios comparten inquietudes muy similares, y que queremos responder de manera muy clara y más allá de definiciones tradicionales y lugares comunes. Estas son algunas de esas dudas:
1. ¿Qué significa Industria 4.0?
Más allá de definiciones ortodoxas que abundan en la web sobre la interacción de los sistemas ciberfísicos en la producción, en Gesta Labs creemos que la respuesta a esta pregunta tendrá múltiples variaciones y perspectivas, dependiendo de la persona en la industria a la que se lo preguntes. Es decir, un gerente de Operaciones pensará más en la conexión de sistemas para generar datos que le permitan un uso más eficiente de las máquinas y la generación de modelos de mantenimiento predictivo; por su parte, el responsable de logística y cadena de suministro quizá piense en el aprovechamiento de esos datos para generar pronósticos de la demanda más inteligentes y exactos. Todo es una cuestión de perspectivas y de entender que, al final, las tecnologías de Industria 4.0 tienen aplicaciones en diversas etapas del negocio.
2. ¿Se trata de una moda pasajera?
Para nada. No exageramos cuando hablamos de que es el equivalente a una nueva revolución industrial; la Cuarta, para ser precisos. Por definición, cada una de estas etapas ha implicado un cambio en el orden industrial y económico, con la introducción de nuevas tecnologías que transforman los sistemas de producción, y que modifican las relaciones entre hombres y máquinas. Considerando esto, sin duda estamos ante un cambio de paradigma en la creación de productos y servicios.
3. ¿Cuáles el grado de penetración de las tecnologías de Industria 4.0 en México?
Difícil de decir y englobar en una sola respuesta. Su variación depende de diversos factores. Por ejemplo, las empresas vinculadas con industrias de alta tecnología como automotriz, aeroespacial, electrónica y alimentos ya han hecho algunas incursiones. También incide el tamaño de empresa, puesto que las primeras tecnologías de Industria 4.0 eran costosas, sobre todo para las pymes. Hoy en día, la oferta de mercado ha traído un abanico más amplio de soluciones con opciones de todo tipo, por lo que ha comenzado a democratizarse el acceso a las mismas. Por otra parte, debemos considerar que el viaje de Industria 4.0 incluye varias etapas, y quizá ninguna empresa — no solo en México, sino en el mundo — ha cubierto todas. De hecho, es muy común que la gran mayoría solo esté en una etapa de instalación de sistemas para IoT y sensores que permiten extraer y visualizar datos, pero aún no han descubierto el potencial de dicha información para transformar su negocio, por ejemplo.
4. A nivel país, ¿cómo luce México frente a otros países en la adopción de tecnologías de Industria 4.0?
Si se le compara con los países que se han vuelto precursores en su desarrollo o pioneros en su adopción, como Alemania, Suecia, Japón, Estados Unidos o, recientemente, China, la realidad es que México aún los mira de lejos. Y esto se explica porque, históricamente, nuestro país enfocó su modelo manufacturero en una mano de obra barata y costos competitivos, y no priorizó la innovación tecnológica como parte de su oferta. Hoy intenta cambiar eso y, sin duda, creemos que los esfuerzos están alineados para ello.
5. Si históricamente México ha basado su modelo competitivo en el bajo costo, ¿la irrupción de la Industria 4.0 es una oportunidad o una amenaza?
Es una respuesta compleja y que depende de varias perspectivas. A largo plazo, sin duda es una oportunidad: la de transformar el modelo competitivo de México hacia uno de innovación tecnológica, basado en un ecosistema que incluye a toda la cadena de valor y ofrece mayores oportunidades para emprendimientos tecnológicos, de democratización de la tecnología y desarrollo de nuevos modelos de negocio. Sin duda eso será una oportunidad dorada. Pero también es cierto que representa una amenaza a corto plazo, sobre todo si el país no realiza una rápida transición hacia el desarrollo de nuevas ventajas competitivas que sustituyan a las tradicionales, que son el bajo costo de la mano de obra y la cercanía con Estados Unidos. Si eso no sucede de forma inmediata, el país perderá atractivo como destino de inversiones en manufactura.
6. ¿Qué implicación tienen las tecnologías como inteligencia artificial, robótica avanzada, manufactura aditiva, entre otras, para el futuro del trabajo?
Representan una transformación, sin duda, y también un reto. Y es un tema que va mucho más allá de una cuestión de eliminación y creación de empleos, y que tiene que ver con un nuevo enfoque en los perfiles, habilidades y competencias. Todas las revoluciones industriales han transformado a la mano de obra, por lo que esta no será la excepción; creemos que habrá sustitución de tareas repetitivas y de poco valor, hacia otras más estratégicas para el negocio. Sin embargo, eso no quiere decir que deban existir signos de alarma. Es una cuestión de adaptación y entendimiento, en la que todos debemos hacernos la siguiente pregunta: “¿De qué manera puedo apoyarme en estas nuevas tecnologías para mejorar mi trabajo cotidiano?”. En la medida que haya más claridad en la respuesta, las posibilidades de reinvención para la mano de obra serán mayores.
7. ¿Por dónde empiezo la transformación digital de mi negocio y qué tipo de tecnología debo implementar?
Para llegar a esa respuesta, primero es necesario conocer tu grado de madurez digital y tus principales puntos de dolor. Un aliado externo puede facilitar esta labor. Nosotros, en Gesta Labs, desarrollamos una metodología de Industrial Design Thinking con la que ayudamos a las empresas a hacer un descubrimiento de aquellos procesos críticos en su negocio y la forma en la que pueden usar datos para hacerlos más eficientes. Gracias a esta metodología les ayudamos a saber el grado de madurez que tienen en la generación y procesamiento de datos, de tal manera que la consecuente implementación de tecnología sea estratégica.
8. ¿Cómo pueden integrarse las pymes a esta nueva forma de trabajar?
Un aliado puede ayudarles a descubrir sus necesidades de una forma más puntual y orientada hacia sus resultados y visión de negocio. Generalmente, una solución que aplica muy bien para las pymes es buscar proyectos orientados al desarrollo de Productos Mínimos Viables (MVP, por sus siglas en inglés), pues implican hacer inversiones menores, ofrecen mucha información sobre su viabilidad y escalabilidad, y garantizan un rápido retorno de inversión. Quizá también valga la pena acercarse a organismos e instituciones como Conacyt o Nuevo León 4.0, para descubrir los esquemas de apoyo que ofrecen para este segmento de mercado.
9. ¿Por qué las empresas deben entender que las iniciativas de Industria 4.0 son una prioridad?
Porque significan un nuevo paradigma en los sistemas de producción, un cambio total en las formas tradicionales de trabajo y la necesidad de crear nuevos modelos de negocio; porque hay mayor exigencia de los clientes; mayor personalización en los productos, así como ciclos de diseño, producción y consumo más dinámicos. Y porque hay ‘alguien más’ que ya lo está haciendo y eso podría significar quedarte fuera del mercado.
10. ¿Cuáles son los retos más grandes a los que se enfrenta esta nueva era?
El desafío mayor es crear una nueva cultura orientada hacia el uso de las nuevas herramientas tecnológicas para transformar nuestros negocios. Esto implica hacerse de información sobre la tecnología disponible, sus alcances y limitaciones. También significa crear nuevos hábitos en el trabajo, considerando siempre la incorporación de estas herramientas. En el fondo implica un cambio de pensamiento que exige más analítica y apertura hacia nuevas alianzas y decisiones, de correr riesgos, y de pensar siempre en los datos y la información como una parte estratégica de nuestros negocios.